Aunque tanto la coctelería como la mixología tienen como finalidad la creación de nuevos sabores, sensaciones, texturas y efectos visuales en las bebidas, para brindar una experiencia más interesante a los clientes, existen diferencias entre una y otra.

La coctelería es una técnica de combinación de bebidas, alcohólicas o no, que se realiza siguiendo unos parámetros establecidos, para lograr una bebida armónica con características diferentes a las de sus ingredientes por separado.

Para que el resultado sea óptimo y agradable, es fundamental conseguir una homogénea armonía entre los ingredientes, teniendo en cuenta diferentes aspectos como pueden ser: el color, el sabor, temperatura y la textura, así como la puesta en escena y presentación del resultado final.

La mixología da un paso más; es el arte y la ciencia de mezclar bebidas. Más allá de desarrollar unas capacidades para combinar bebidas, la mixología se centra en la investigación de los cócteles, analizando sus ingredientes, composición, sabores, aromas, niveles de volumen de alcohol, etc. Por medio de la investigación y de la aplicación de criterios científicos relacionados con la física, la química u otras áreas, su objetivo es la innovación para crear nuevas recetas de coctelería.

La mixología incluye subdisciplinas de la coctelería moderna, como la mixología molecular que consiste en aplicar una metodología de análisis y técnicas científicas para la elaboración e innovación de cocteles. Trabaja el uso de espumas, geles, gases, nitrógeno líquido, calor, solidificaciones, etc.